lunes, 30 de enero de 2012

Hoy decido Perdonar


Hoy decido Perdonar

Hoy decido perdonarA veces somos muy injustos con el perdón, Dios ha perdonado todos nuestros pecados y sanado nuestras heridas, pero a nosotros se nos hace muy pero muy difícil perdonar a aquel que hizo algo que nos dolió mucho.
Y digo que somos injustos con el perdón, porque nos gusta que Dios nos perdone, pero no nos gusta perdonar.
A menudo veo y oigo a personas que se supone “han perdonado”, pero sus palabras, sus frases denotan que lo que existe en su corazón, es verdaderamente falta de perdón.

Cuando nosotros perdonamos a alguien, no tenemos porque andar sacando en cara lo que nos hicieron, ¿Acaso no lo perdonamos ya?, ¿Por qué andar recordándole cada que se puede lo que hizo?, eso es ser injusto, porque Dios no nos anda recordando a cada momento nuestros pecados como razón para acusarnos y hacernos sentir mal, al contrario, Dios olvida nuestros pecados y nos hace nuevas criaturas.
Reflexionar sobre el perdón que injustamente no otorgamos, me lleva a la Palabra de Dios, especialmente al pasaje del siervo que fue perdonado, pero no quiso perdonar.
“Entonces Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: —Señor, si un miembro de la iglesia me hace algo malo, ¿cuántas veces debo perdonarlo? ¿Sólo siete veces? Jesús le contestó: —No basta con perdonar al hermano sólo siete veces. Hay que perdonarlo una y otra vez; es decir, siempre.»
En el reino de Dios sucede algo parecido a lo que cierta vez sucedió en un país. El rey mandó llamar a sus empleados para que le informaran cómo andaban sus negocios y para que le pagaran todo lo que le debían.» Cuando comenzó a sacar cuentas, le llevaron un empleado que le debía sesenta millones de monedas de plata. Como el empleado no tenía dinero para pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa y sus hijos, y que vendieran también todo lo que tenía. Así, con el dinero de esa venta, la deuda quedaría pagada.»
Pero el empleado se arrodilló delante del rey y le suplicó: “Señor, déme usted un poco más de tiempo y le pagaré todo lo que le debo.”» El rey sintió compasión de su empleado y le dijo: “Vete tranquilo; te perdono todo lo que me debes.”» Al salir del palacio del rey, ese empleado se encontró con un compañero que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y le dijo: “¡Págame ahora mismo lo que me debes!”» El compañero se arrodilló delante de él y le suplicó: “Dame un poco más de tiempo y te lo pagaré todo.”» Pero aquel empleado no quiso darle tiempo, y mandó que metieran a su compañero en la cárcel, hasta que pagara el dinero que le debía.» Los otros compañeros, al ver lo que había pasado, se molestaron mucho y fueron a contárselo al rey.» Entonces el rey mandó llamar a aquel empleado y le dijo: “¡Qué malvado eres! Te perdoné todo lo que me debías, porque me lo suplicaste.
¿Por qué no tuviste compasión de tu compañero, así como yo la tuve de ti?”» El rey se puso furioso, y ordenó que castigaran a ese empleado hasta que pagara todo lo que le debía. Jesús terminó diciendo: «Lo mismo hará Dios mi Padre con cada uno de ustedes, si no perdonan sinceramente a su hermano.»”
Mateo 18:21-35 (Traducción en lenguaje actual)

Creo que la historia que narra la Biblia es muy clara, también por eso escogí la versión Traducción en Lenguaje Actual para que al leerla pudiera ser aun mas entendible a nuestros tiempos.

¿Cuántos de nosotros somos como ese siervo que fue perdonado?, Dios nos perdono cosas que creíamos que no podían ser perdonadas, nuestros pecados no eran razón para sentirnos orgullosos, sino que nos avergonzaban, pero Dios tuvo compasión de nosotros y nos perdono TOTALMENTE nuestros pecados. Pero ahora que Dios nos ha perdonado, ¿Qué perdón estamos otorgando hacia aquellos que pecaron contra nosotros?

Es increíble ver como personas que han sido perdonadas por Dios de todos sus pecados, hoy en día no pueden perdonar a aquel o aquella que hizo algo contra él o ella. Se puede percibir a través de las palabras que de la boca de esas personas salen hacia aquella persona la cual no han perdonado, que en su corazón anidan esa falta de perdón que aunque quiera negar, no los deja vivir una vida libre en Dios.

La falta de perdón es una de las razones porque la gente no puede experimentar el gozo total en sus vidas. Por lo general la gente que no ha podido perdonar y sigue sintiendo ciertos sentimientos negativos hacia aquellos que pecaron contra ellos, son personas amargadas, personas enojadas, personas impulsivas que cualquier cosa hace que exploten.

Y es que la falta de perdón hacia aquellos que un día nos fallaron es como un cáncer que poco a poco va atacando nuestra vida espiritual y si de ser posible nos destruirá.

Y es que el Espíritu de Dios no se puede mover libremente en la vida de una persona que no puede perdonar. Cuando Dios te llamo te hizo LIBRE y esa libertad es la que tienes que cuidar que permanezca siempre, pero cuando tú no perdonas, eres esclavo de esa persona a la cual no puedes perdonar. Y esclavo porque cada cosa mala que te pase o similar a lo que te sucedió con aquella persona, traerá a tu mente la imagen de esa persona que no puedes perdonar. Posiblemente estarás sonriendo y al recordarte de esa persona que no puedes perdonar, tu sonrisa se transformara en una cara de pocos amigos. ¿Por qué ser esclavo del rencor u odio?, Cuando puedes ser una persona compasiva y misericordiosa, tal y como Dios hizo contigo.

Quizá hasta este punto tú digas: “Es que lo que me hizo no merece perdón”, ó “Es que hasta la fecha nunca me ha pedido perdón por lo que me hizo”, quiero que sepas que no necesariamente esa persona tiene que ir delante de ti y humillarse para que tú puedas perdonarla. Quizá por mucho tiempo has esperado que esa persona te busque y te pida perdón y si es de rodillas pues mejor, pero eso no ha pasado, y quizá esa es una de las razones por la que tu vida no puede experimentar el gozo a plenitud, porque sigues amarrado a esa falta de perdón hacia esa persona.

Quiero que entiendas algo: Para perdonar no necesitas que esa persona llegue hasta donde ti, porque, ¿Qué tal si esa persona ya ni vive?, ¿Qué tal si esa persona humanamente le es imposible llegar hasta donde ti?, ó ¿Qué tal si a esa persona hasta se le olvido lo que un día te hizo a ti?, ¿Quién es el más perjudicado en todo esto? TÚ.

Tú eres el más perjudicado o la más perjudicada, porque eres tú y nada más que tú quien anida todavía esos sentimientos de falta de perdón hacia esa persona. ¿Por qué te sigues esclavizando a la falta de perdón?

Un día escuche una frase más o menos así: “Tener rencor o envidia es como tomar veneno uno mismo y esperar a que el otro se muera”. ¡Cuánta verdad hay en esta frase!, sí, porque igualmente es la falta de perdón, es como tomar veneno uno mismo, porque el único perjudicado al no perdonar, es UNO MISMO.

Hoy es un buen día para perdonar de verdad, hoy es un buen día para entender que no necesito que me pidan perdón como para perdonar a esa persona que tanto daño quizá nos hizo. Tú puedes hacerlo, tan solo con liberarte de ello en esta hora, si tú quieres hacerlo hoy quiero invitarte a que repitas de corazón y con sinceridad la siguiente oración que te guiare:
Oración a Jesús

“Dios mío, hoy vengo delante de ti porque reconozco mi necesidad de ti, reconozco que los últimos tiempos he cometido el error de no poder perdonar, tú sabes que me cuesta Señor, tú sabes que me dolió lo que me hizo esa persona, también sabes al examinar mi corazón, que no quiero sentir esto más, tú sabes que hoy quiero ser libre totalmente de este sentimiento que nada bueno me ha traído y que me ha hecho sufrir mucho. Señor, hoy con tu ayuda quiero perdonar a todas aquellas personas que me hicieron un mal, hoy quiero perdonar a todos aquellos que pecaron contra mí, perdono a mis padres, a mi familia, a mis hermanos, a mis amigos, a todos aquellos que de una u otra forma un día marcaron negativamente mi vida, HOY QUIERO SER LIBRE, hoy quiero que limpies mi corazón y mi mente para no recordar mas esos malos episodios y si los llegare a recordar, permíteme no sentir más toda ese enojo, rencor u odio que hasta hoy sentía. Hoy te pido perdón por no haber podido perdonar antes, pero HOY PERDONO A TODOS LO QUE ME FALLARON E HICIERON UN MAL CONTRA MI. No importando el momento, el tiempo, el nombre, ni el lugar, HOY PERDONO A TODOS. Señor, yo se que tú y solo tú puedes darme la capacidad de perdonar totalmente, a partir de hoy quiero ser una nueva persona, quiero experimentar tu gozo a plenitud, examina mi corazón y mi mente, limpia todo lo que tengas que limpiar, pero sobre todo dame un corazón que te anhele y te busque, a partir de hoy quiero comenzar de nuevo, a tu lado, porque solo con tu ayuda puedo salir adelante. Gracias Señor, gracias, porque puedo sentir tu presencia sobre mi vida, gracias porque puedo sentir como estas limpiando mi corazón y mi mente, gracias porque puedo sentir tu abrazo sobre mí, pero sobre todo, gracias por darme la capacidad de perdonar ESTE DÍA A TODOS. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.
¡Gloria a Dios! Si tú realmente hiciste esta oración con toda sinceridad delante del Señor, estoy seguro que a partir de este día comenzaras a ver todas las cosas desde otra perspectiva, estoy seguro que Dios ha sanado tu corazón y tu mente de todo aquello que no te dejaba ser libre.

Hoy Dios escucho tus palabras sinceras y examino tú corazón y vio que realmente perdonaste, por lo tanto a partir de este día comenzaras a experimentar sucesos hermosos en tu vida y comenzaras a ver como Dios obrara más libremente sobre ti.

¡Gloria a Dios!, porque solo Él puede poner en ti, en deseo de ser libre y buscarlo cada día más.
¡Hoy eres Libre de TODO! ¡Disfruta tu Libertad!
Autor: Enrique Monterroza

sábado, 14 de enero de 2012

HOROSCOPO DIARIO

El Cristiano y la Astrología, horóscopo y Tarot

El Cristiano y la Astrología, horóscopo y TarotLa astrología es la pseudociencia que se basa en un conjunto de teorías y reglas para prever el futuro, calculando y observando el efecto que sobre los humanos tiene el sol, la luna, las estrellas y los planetas.
Las posiciones de los astros en el momento de nacer un niño supuestamente influyen en su carácter y personalidad, y el trayecto de aquellos astros revelaría el destino del individuo.
Lamentablemente hoy tenemos la astrología en la televisión, la radio y en las redes sociales como Facebook. Aprendamos un poco más acerca de esto...
A esta influencia la llaman astral, imaginándose que, además de tener como centro de operación el cuerpo humano, se extiende también al plano moral, o sea a los actos humanos. Como quiera que las naciones son un conjunto de individuos, supone también que las influencias astrales cambien la suerte de los pueblos y de la colectividad.
El horóscopo define los 12 signos del zodíaco y clasifica a las personas por los signos particulares bajo los que han nacido: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpión, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
Millones de personas cada día revisan su horóscopo para averiguar su futuro. Firman contratos, constituyen empresas, escogen oficios, hacen apuestas, planean viajes, escogen el nombre de sus hijos, y a veces formulan políticas y decisiones de gobierno, todo esto en base de los presagios astrológicos, viendo si los astros le favorecen o no.
Pero ¿es esta una práctica correcta para los Cristianos? Dios nos dice:
Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? (Isaias 8:19)

La Astrología tiene su origen en la antigua Babilonia.
En efecto, la obra de Namar Beli, escrita por el rey Sargón, 3.000 años antes de Cristo se refiere a ella. Los libros cuneiformes del rey Asurbanipal contienen observaciones astrológicas, además de varias predicciones y reglas para la interpretación de los sueños. Los babilonios fueron los primeros que observaron los cielos y reaccionaron ante los portentos que creían ver.
Podemos además ver varios ejemplos en la Biblia, acerca de que existían ya los astrólogos:
Daniel 4:7  Cuando llegaron los magos, hechiceros, astrólogos y adivinos, les conté mi sueño pero no me lo pudieron interpretar. 
Daniel 2:10  Entonces los astrólogos le respondieron: ¡No hay nadie en la tierra capaz de hacer lo que Su Majestad nos pide! ¡Jamás a ningún rey se le ha ocurrido pedirle tal cosa a ningún mago, hechicero o astrólogo!
Isaías 47:13  ¡Los muchos consejos te han fatigado! Que se presenten tus astrólogos, los que observan las estrellas, los que hacen predicciones mes a mes, ¡que te salven de lo que viene sobre ti! 

La Fuente de estos poderes no viene de Dios
El hecho de que los astrólogos acierten, no significa que los cristianos deben aceptar dichas cosas. La fuente de estos poderes no proviene de Dios.
La Biblia dice: “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Corintios 11:14).
Son muchos los pasajes bíblicos que condenan a quienes adoran y consultan a los astros. “No sea hallado en ti quien… practique adivinación, ni agorero, ni sortilegio, ni hechicero… ni mago, ni quien consulte a los muertos, porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas…”(Deuteronomio 18:10- 12).
En el juicio contra Babilonia Dios profetizó que los astrólogos no podrían ayudar a Babilonia: “Te has fatigado en tus muchos consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos, los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de las llamas” (Isaías 47:13-14).

Dios ha dispuesto que el hombre se valiera de los astros para medir las estaciones, días y años (Génesis 1:14). La Biblia no indica que debemos buscar en ellos una guía para tomar decisiones y hacer evaluaciones de nuestra vida personal. Para esto tenemos la Biblia que dice: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:20).
Por tanto, no hay apoyo bíblico para consultar la astrología para decidir nuestro futuro.
La sabiduría, la orientación, la comprensión y la formación del carácter y de la personalidad del individuo no vienen determinadas por los astros del cielo; sino que vienen dados por una serie de factores hereditarios, medio ambiente, educación y determinación de superación. Las personas que consultan diariamente su horóscopo lo hacen con la idea de evadir su responsabilidad en la toma de decisiones personales, quieren que alguien les indique qué hacer, así se sienten más seguros. Esta es la razón de la popularidad de programas astrológicos por la televisión, radio y prensa.
Quienes miran a Dios, tienen un guía que nunca falla, Jesús prometió a sus seguidores que “…cuando venga el Espíritu (Santo) de verdad, él os guiará a toda verdad…” (Juan 16:13).
El autor del libro de los Salmos dijo: “Porque tú eres mi roca y mi castillo; por tu nombre me guiarás y me encaminarás” (Salmo 31:3).
Para tomar una decisión, el cristiano verdadero no se fundamenta en averiguar si los planetas o estrellas están o no en posición favorable, ni cree en que la fecha y día de su nacimiento determina su carácter. Él confía en que Dios tiene el control de todas las cosas y que está a su favor; se basa en hechos concretos y objetivos, pues sabe que Dios le ha dado inteligencia y capacidad para afrontar las situaciones de la vida diaria.

La Astrología en la actualidad
En la actualidad, la astrología ha recuperado su popularidad; de hecho, es uno de los temas más hablados entre las personas y está presente en los medios de comunicación, periódicos, revistas, Internet etc. 
Los videntes y adivinos no se presentan con bolas de cristal ni sombreros de punta. Son personas simpáticas, influyentes, que tienen carisma y que aparentan ser gente que ha alcanzado la felicidad máxima gracias a los astros.
La Astrología ha entrado en todos y cada uno de los rincones de la sociedad:
  • Es raro encontrar un sitio Web que no posea un anuncio o publicidad sobre Tarot o Horóscopo. Incluso vaticinan el día de tu muerte.
  • En la Televisión existen canales de astrología 24 horas, donde la gente llama y los astrólogos le leen el futuro, o les dice como acabará su relación de pareja.
  • En las calles y en los parques la gente adivina el futuro, lee las cartas, quita y pone conjuros o vende "pociones" de diferentes clases
  • En Facebook y en las redes sociales existen aplicaciones que diariamente escriben tu futuro según tu signo del zodiaco
  • Desde hace mucho, en los periódicos no falta la columna del horóscopo que te dice cómo irá tu día.
  • Muchas personas de negocio, incluso en la política, tienen consultores o mediums que les aconsejan según la videncia y la astrología.
Querido amigo, el gran engaño de Satanás está por todas partes.
Lamentablemente, hoy en día es normal y corriente, incluso entre los cristianos, consultar al Tarot o al Horóscopo. Muchos cristianos lo hacen y se dicen a sí mismo "esto lo hago solo por curiosidad", o "Estoy viendo mi horóscopo, pero realmente no creo en esto".
Tengamos mucho cuidado con lo que hacemos, pues si amamos a Dios, tenemos que saber que Él odia este tipo de práctica, en todos sus sentidos, y por lo tanto cuanto más lejos estemos de estas cosas, más seguros estaremos ante el engaño.
Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? (Isaias 8:19)
No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios. (Levítico 19:31)

No te dejes engañar con la aparente inocencia de esta práctica, pues tiene su origen y su desarrollo en el propio Diablo. Evita todo tipo de acercamiento hacia el horóscopo y el Tarot, pues es la voluntad de Dios, dicha claramente en su palabra. El único que puede ser consultado para el futuro es Dios, y él es un Dios celoso que espera que acudas a él si necesitas consultar algo de tu porvenir.
¡Que el Señor te bendiga!

COMO VENCER LA TENTACION

Cómo vencer la Tentación

A veces puedes sentir que una tentación es demasiado insoportable, pero eso es una mentira de Satanás.
Dios ha prometido que nunca permitirá que haya más sobre ti que lo que te pone dentro para vencerla.
Él no te permitirá ninguna tentación que no puedas superar.
Sin embargo, también debes hacer tu parte practicando ciertas claves bíblicas para derrotar la tentación, una de ellas es concentrar tu atención en algo diferente.


Te sorprenderá saber que en ninguna parte de se nos dice que debemos “resistir la tentación”. Se nos dice que “resistamos al diablo (Santiago 4:7), pero eso es muy distinto. En cambio, se nos aconseja que volvamos a enfocar nuestra atención porque resistir un pensamiento no resulta. Sólo intensifica nuestro enfoque en lo malo y fortalece su fascinación.
Permíteme explicarte:
Cada vez que intentas bloquear un pensamiento en tu mente, lo grabas más profundo en tu memoria. Cuando lo resistes, en realidad lo refuerzas. Esto resulta especialmente cierto en el caso de la tentación. No la derrotas luchando contra los sentimientos que te produce. Cuanto más luchas contra un sentimiento, tanto más te consume y controla. Realmente lo fortaleces cada vez que piensas en él.
Dado que la tentación siempre empieza con un pensamiento, la manera más rápida para neutralizar su fascinación es concentrarte en otra cosa. No luches contra ese pensamiento, simplemente cambia el cauce de tu mente y procura interesarte en otra idea. Este es el primer paso para derrotar la tentación.
La batalla contra el pecado se gana o se pierde en la mente.
Cualquier cosa que atrape tu atención te atrapará a ti. Por eso Job dijo: “Hice un pacto con mis ojos para no mirar con lujuria a ninguna mujer joven”, Job 31:1. Y el salmista oró: “Guárdame de prestar atención a lo que no tiene valor”, Salmos 119:3.
¿Alguna vez viste un anuncio comercial en la televisión promocionando una comida y de repente sentiste hambre? ¿Has oído toser a una persona alguna vez e inmediatamente sientes la necesidad de aclarar la garganta? ¿Alguna vez viste a una persona abriendo la boca en un gran bostezo y enseguida sentiste ganas de bostezar también? (¡Es posible que estés bostezando ahora mismo mientras estás leyendo esto!) Ese es el poder de la sugestión. En forma natural nos acercamos a cualquier cosa en la que nos concentremos. Cuanto más pienses en algo, tanto más fuerte te retendrá.
Por esa razón la repetición de “Debo dejar de comer demasiado… o dejar de fumar… o dejar la lujuria” es una estrategia de derrota. Te mantiene enfocado en lo que no quieres. Es como si anunciaras: “Yo nunca voy a hacer lo que hizo mi madre”. Te estás preparando para repetirlo.
La mayoría de las dietas no resultan porque lo mantienen a uno pensando en la comida todo el tiempo, garantizando que tendremos hambre. Del mismo modo, un orador que se repite a sí mismo todo el tiempo: “¡No te pongas nervioso!” ¡Se prepara para ponerse nervioso! En cambio debería concentrarse en cualquier otra cosa excepto en sus sentimientos: en Dios, en la importancia de su discurso o en las necesidades de sus oyentes.
La tentación empieza por captar tu atención. Lo que capta tu atención estimula tu deseo. Después tus deseos activan tu conducta, y actúas con base en lo que sentiste. Cuanto más te concentres en “No quiero hacer esto”, tanto más fuerte te atraerá hacia su red.
Hacer caso omiso de una tentación es más eficaz que luchar contra ella. En cuanto tu mente está en otra cosa, la tentación pierde su poder. Así que, cuando la tentación te llame por teléfono, no discutas con ella, ¡simplemente cuelga!
A veces esto significa dejar físicamente una situación tentadora. Hay ocasiones en que lo correcto es huir. Levántate y apaga la televisión. Aléjate de un grupo que está contando chismes. Abandona el cine en medio de la película. Para que las abejas no te piquen, quédate lejos del enjambre. Haz lo que sea necesario para
concentrarte en otra cosa.
Desde el punto de vista espiritual, nuestra mente es el órgano más vulnerable. Para reducir la tentación, mantén tu mente ocupada con de Dios y otros pensamientos buenos. Los pensamientos malos se derrotan pensando en algo mejor. Este es el principio del reemplazo. Vence el mal con el bien (Romanos 12:21).
Satanás no puede llamarnos la atención cuando nuestra mente está preocupada con otra cosa. Por eso nos aconseja repetidas veces que mantengamos nuestras mentes enfocadas: “Consideren a Jesús”, Hebreos 3:1. “Siempre piensen en Jesucristo”, 2 Timoteo 2:8. “Llenen sus mentes de las cosas que son buenas y que merecen alabanza: cosas que son verdaderas, nobles, correctas, puras, encantadoras, y honorables”, Filipenses 4:8.
Si realmente quieres derrotar la tentación, debes organizar tu mente y monitorear tu consumo de los medios de información.
El hombre más sabio que haya vivido jamás, advirtió: “Ten cuidado cómo piensas; tu vida está moldeada por tus pensamientos”, Proverbios 4:23. No permitas que la basura entre a tu mente indiscriminadadmente. Sé selectivo.
Escoge con cuidado en qué cosas vas a pensar. Sigue el modelo de Pablo: “Llevamos cautivo todo pensamiento y hacemos que se rinda y obedezca a Cristo” 2 Corintios 10:5. Esto requiere una vida práctica, pero con la ayuda del Espíritu Santo puedes reprogramar tu manera de pensar.